Como resultado, los niños con retrasos en el lenguaje no desarrollan suficientes ritmos del habla para la comunicación y la comprensión hasta alrededor de los seis años, lo que limita su vocabulario a palabras, a menudo simples, monosilábicas y bisílabas que no pueden relacionarse con el lenguaje. . Dificultad para pronunciar palabras, comprender y absorber conceptos abstractos. Si bien la comprensión se ve afectada, no tanto como la expresión. Por el contrario, las dificultades de comprensión están relacionadas con un sistema lingüístico restringido, que se complementa con algún medio extralingüístico en la comunicación, pero que le permite adaptarse a las exigencias de quienes le rodean.
Estas manifestaciones a nivel comunicativo también van acompañadas de cierto retraso en el desarrollo de la motricidad gruesa, especialmente de la motricidad fina. Las dificultades vocales se ven exacerbadas por una coordinación motora deficiente e imprecisa y, a nivel de los articuladores, por una frecuente desincronía entre los elementos implicados en la articulación.
Existen dificultades con el diagnóstico, por lo que debemos ser conscientes de que en algunos casos un retraso en la aparición y desarrollo del habla no significa automáticamente un trastorno del lenguaje sino que es «una expresión de su propio ritmo maduro«, pero en los siguientes casos hay un retraso en el lenguaje. es un resultado o manifestación de una discapacidad. El retraso en el habla en sí no es causado por ninguna enfermedad o factores ambientales adversos.
Los síntomas más importantes se observan a nivel del habla y psicomotor respectivamente, revelados después de la anamnesis y el examen logopédico:
- El período de lalación fue corto y pobre en las producciones sonoras y fue seguido de latencia;
- Las primeras palabras aparecieron alrededor de los dos o dos años y medio, siendo de estructura extremadamente simple (con elisión de los sonidos finales);
- Faltan fonemas difíciles o son sustituidos por otros más fáciles de pronunciar;
- Los grupos de consonantes se reducen al sonido componente más ligero;
- Las oraciones se forman con dificultad y tardíamente, teniendo una estructura sencilla;
- No se utilizan palabras de conexión, pronombres y adverbios, y posteriormente no aparecen nociones con un alto grado de abstracción;
- A la edad de cuatro a cinco años, el vocabulario activo tiene un volumen de unas 20-30 palabras, mientras que la competencia verbal es la de un niño de dos años;
- Hay deficiencias en el ámbito del funcionamiento mental (pero que no son de carácter constitucional);
- Existen deficiencias en el desarrollo neuro y psicomotor;
- Se manifiestan inhibiciones afectivo-emocionales (timidez excesiva, desgana a la comunicación verbal, evitación del contacto interpersonal).
La etiología del retraso del lenguaje incluye multitud de factores, agrupados los más importantes de la siguiente manera:
- factores neurológicos: los responsables de lesiones cerebrales que provocan micro o macrosecuelas en el ámbito verbomotor y psicomotor;
- factores traumáticos: accidentes obstétricos, traumatismo abdominal de la madre;
- factores somáticos: enfermedades somáticas de la mujer embarazada, enfermedades crónicas del niño o enfermedades infecciosas que se suceden a intervalos muy cortos durante la primera infancia, infecciones recurrentes de las vías respiratorias superiores;
- factores psicológicos y psicosociales: abandono, negligencia verbal y de acción, errores en la educación, ambiente conflictivo, padres sordomudos, etc.;
- Factores constitucionales: rasgos congénitos (a menudo hereditarios) que determinan la aparición y consolidación de una discapacidad lingüística manifestada en todas las áreas del lenguaje (es decir, retraso del habla a la edad de tres o cuatro años, seguido de una dislalia prolongada después de cinco años, seguida de dislexia). -trastornos de tipo disgráfico, disortografías, incluso agramatismo).
Las formas de retraso del lenguaje son las siguientes:
- forma pura: sin síntomas somáticos o neuropsíquicos;
- forma constitucional: caracterizada por una sintomatología de tipo afásico (algunos autores utilizan el término disfasia o alalia);
- forma sekelar o microsekelar: asociada con daño cerebral;
- Forma somática: asociada a raquitismo, distrofia muscular, etc. ;
- forma psicógena: con variedad reactiva (en un contexto neurótico), respectivamente constitutiva (en el contexto de un déficit intelectual umbral).
Los objetivos de la intervención logopédica se centran en:
- Enriquecimiento de vocabulario;
- Activación de vocabulario pasivo;
- Corrección y complejidad de la expresión alargando la frase;
- Expresividad del habla;
- El desarrollo de la capacidad de verbalizar los hechos vividos y los conocimientos adquiridos.
Según C. Paunescu, las etapas de la intervención logopédica se refieren a:
- psicoterapia: precede y acompaña a la propia terapia, con el objetivo de eliminar o disminuir los estados conflictivos que afectan al niño, su equilibrio afectivo-motivacional, superar las reticencias a la comunicación y a las relaciones interpersonales, liquidar los sentimientos de inferioridad;
- el modelo de estimulación lingüística: tiene como objetivo lograr una comunicación verbal confiable con el entorno cercano, corregir los trastornos fonoarticulatorios, aumentar la claridad y expresividad del habla, obtener el tempo y la melodía del habla, formar y consolidar las habilidades para iniciar y mantener un diálogo. ;
- el modelo de interferencia del lenguaje: orientado, por un lado, a eliminar modelos verbales y conductas negativas que pueden ser fácilmente imitadas por el niño o que pueden generar repulsión y evitación de participación en la comunicación, y por otro lado, favorecer los positivos (estimulando y enriqueciendo el habla del niño).
La recuperación general del niño se realizará de forma organizada y escalonada, con tacto, paciencia, perseverancia y competencia. La logopedia realizada de forma detallada y específicamente técnica puede extenderse a la familia, pudiendo adoptar formas de juego, sin exagerar, pero cansando al niño.
Los ejercicios seleccionados tendrán en cuenta la forma y gravedad del retraso del lenguaje, así como la edad, inquietudes, intereses y rasgos de personalidad del logopeda. Asimismo, el material verbal utilizado se ajustará según el nivel de comprensión del niño en terapia. El programa de estimulación del habla más utilizado es el sistema Portage.